Oraciones
Por los Difuntos
Intercesión por el descanso eterno de los seres queridos
Señor, en tus manos misericordiosas colocamos a nuestros seres queridos que han partido de este mundo.
Que encuentren en ti la paz eterna y el descanso que sus almas anhelan. Concede a sus familiares consuelo en su dolor y esperanza en la resurrección.
Que tu luz perpetua brille sobre ellos y que gocen de la plenitud de tu amor por siempre. Amén.
Oración para un Ser Querido Fallecido
“Padre santo, Dios eterno y Todopoderoso, te pedimos por (el nombre del difunto), que llamaste de este mundo.
Dale la felicidad, la luz y la paz. Que él, habiendo pasado por la muerte, participe con los santos de la luz eterna, como le prometiste a Abraham y a su descendencia.
Que su alma no sufra más, y te dignes a resucitarlo con los santos el día de la resurrección y la recompensa.
Perdónale sus pecados, para que alcance junto a ti la vida inmortal en el reino eterno.
Por Jesucristo, Tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.”
Oración por un Difunto
¡Oh Dios! Nuestro creador y redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N…) participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.
Oración a la Santa Virgen por las Almas del Purgatorio
Dios misericordioso, que nos perdonas y quieres la salvación de todos los hombres, imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de María Santísima y de todos los santos, concedas a las almas de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos y bienhechores, que han salido de este mundo, la gracia de llegar a la reunión de la eterna felicidad…
Vengo a depositar en tu corazón inmaculado, una oración en favor de las almas benditas, que sufren en el lugar de expiación. Dígnate a escucharla, clementísima Señora, si es ésta tu voluntad y la de tu misericordioso Hijo. Amén.
María, reina del purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.
Dios te salve María… Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas, y, a las cuales nadie recuerda; tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la pasión de Jesús, tus méritos, y los de los santos, para que alcancen así el eterno descanso.
Dios te salve María… Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimientos, para que cuanto antes, vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te salve María… Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.
Dios te salve María… Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego de modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.
Dios te salve María… Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas ánimas del purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En ti, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado. Amén.
Oración de San Agustín
No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudierais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudierais ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas.
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás. Amén.
Oración a la Sangre de Cristo
Protección contra la influencia del mal y las fuerzas satánicas
Señor Jesús, en tu nombre y con el poder de tu sangre preciosa, sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos moveremos hoy.
Con el poder de la sangre de Jesús, rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos, Jesús, que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen, acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de santos ángeles.
Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos nuestra casa y todos los que la habitan, también las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos, y en fe colocamos un círculo de su sangre alrededor de toda nuestra familia.
Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.
Sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de nuestra familia, los vehículos, las carreteras, los aires, las vías, cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Con tu sangre preciosa, sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra patria, a fin de que tu paz y corazón reinen en ella.
Te agradecemos, Señor, por tu sangre y por tu vida, ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Amén.
En Honor de las Cinco Llagas
Reflexión sobre el sufrimiento de Cristo
Oh Jesús mío, por el dolor que sentiste cuando tu mano izquierda fue clavada en la cruz, dame un verdadero dolor de mis pecados.
Oh Jesús mío, por el dolor que sentiste cuando tu mano derecha fue clavada en la cruz, concédeme la perseverancia en tu gracia.
Oh Jesús mío, por el dolor que sentiste cuando tu pie izquierdo fue clavado en la cruz, presérvame de las penas del infierno.
Oh Jesús mío, por el dolor que sentiste cuando tu pie derecho fue clavado en la cruz, concédeme la gracia de amarte eternamente en el cielo.
Oh Jesús mío, por el dolor que te causó la llaga de tu costado adorable, concédeme la felicidad de amarte siempre en esta vida y en la otra. Amén.
Adoración a las Santas Llagas
Devoción a las heridas de Cristo
Adoro la herida de tu pie derecho, mi bien, aquel en vida, la rosa del más divino vergel, la sangre derramada de tan hermoso clavel. Haz mi vida una ofrenda pura, como esa llaga abierta, sin duda, que da su amor en entrega sincera, para sanar mi alma entera.
Adoro la herida de tu pie izquierdo, oh dulce Jesús, en tu pie herido, se sella mi esperanza y fe. Tus pasos guiaron la senda del amor, y yo deseo seguirte sin temor. Con tu herida, ilumina mi andar, para que siempre, de tu mano, pueda caminar.
Adoro la herida de tu mano derecha, aquella que obró milagros divinos, que sanó enfermos y alimentó multitudes. Hoy quiero que esa llaga santa me cubra y me guíe, Señor, en mi vida. Que tu mano derecha, en su dolor profundo, sea mi fortaleza en este mundo.
Adoro la herida de tu mano izquierda, con ella te sostuviste en la cruz, mostrando al mundo tu entrega y luz. Que esa herida sea para mí consuelo, cuando en la vida afronte duelo. Que tu sacrificio sea mi guía, para vivir en tu gracia cada día.
Adoro la herida de tu costado. Te adoro, oh flor de las flores, oh Divino Corazón, centro de nuestros amores. Beldad que eclipsas el sol, por el líquido precioso que de tu herida brotó. Sáname que estoy enfermo y abrásame con tu amor.
Santas llagas de Cristo, que en su dolor trajeron al mundo vida y redención. Hoy las adoro con humilde fervor, y pido que en ellas halle salvación. Amén.
Oración a la Santa Cruz de Jesucristo
Protección y bendición para la familia y el hogar
Dios Todopoderoso, que habéis sufrido la muerte sobre el árbol de la cruz por nuestros pecados, acompañadme.
Santa Cruz de Jesucristo, tened piedad de mí. Santa Cruz de Jesucristo, rechazad de mí todo mal, toda arma cortante. Santa Cruz de Jesucristo, derramad sobre mí todo bien. Santa Cruz de Jesucristo, descartad de mí todo mal. Santa Cruz de Jesucristo, haced que alcance el camino de la salud. Santa Cruz de Jesucristo, preservadme de accidentes corporales, espirituales y temporales.
Que adore la Santa Cruz de Jesucristo por siempre. Jesús de Nazaret crucificado, tened piedad de mí y de mi familia, y haced que el espíritu maligno y nocivo huya de mi familia por todos los siglos. Amén.
Al Padre Eterno
Petición de perdón y salvación
Dios Todopoderoso, te recibo en este día. Único Dios, mi Señor y suficiente Salvador.
Por favor, escribe mi nombre en el libro de la vida. Perdóname, reconozco y confieso que he pecado contra ti y he desobedecido tu palabra. Te ruego que me laves con tu bendita sangre y me selles con tu Santo Espíritu, para que nunca me aparte de ti.
Te pido en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Alabanza a Dios
Alabanza a la grandeza de Dios
Tú eres santo, Señor, Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo.
Tú eres el bien, todo bien, sumo bien. Señor Dios, vivo y verdadero. Tú eres caridad y amor. Tú eres sabiduría. Tú eres humildad.
Tú eres paciencia. Tú eres seguridad. Tú eres quietud. Tú eres consuelo. Tú eres alegría. Tú eres hermosura.
Tú eres la puerta. Tú eres la verdad. Tú eres mansedumbre. Tú eres nuestro protector, guardián y defensor. Tú eres nuestra fortaleza y esperanza.
Tú eres nuestra dulzura. Tú eres nuestra vida eterna, grande y admirable, Señor. Amén.
Oración al Divino Corazón de Jesús (Versión 1)
Consagración familiar al Sagrado Corazón de Jesús
Divino Corazón de Jesús, heme aquí, postrado ante tu presencia, con el reconocimiento más profundo por todos los beneficios y el ardiente amor por tu inefable bondad.
Nosotros te consagramos, oh Divino Rey, por medio del Inmaculado Corazón de María y bajo el patrocinio de San José. Toda nuestra familia sea nuestro hogar, como el de Nazaret, el asilo inviolable del honor, de la fe, de la caridad, del trabajo, del orden y de la paz doméstica.
Sé tú el modelo de nuestra conducta y el celoso protector de todos nuestros intereses espirituales y corporales. Nosotros te consagramos, oh Divino Jesús, todas las pruebas, todas las alegrías, todos los acontecimientos de nuestra vida familiar y te suplicamos que derrames tu bendición sobre todos los miembros ausentes y presentes, vivos y difuntos.
Los confiamos para siempre a tu divino corazón. Te rogamos también por las familias del universo.
Protege la cuna de los niños, la escuela de los adolescentes y la vocación de los jóvenes. Sé la fuerza de los débiles, el sostén de los ancianos, el esposo de las viudas, el padre de los huérfanos y el padre de los hogares.
Pero sobre todo, oh Jesús, te suplicamos que nos socorras en el momento de la muerte. Únenos entonces más estrechamente que nunca a tu divino corazón. Sea él nuestro asilo, nuestro refugio, nuestro lecho de reposo, y después adormécenos para siempre en nuestro Señor bendito.
Oh Jesús, encontraremos en el paraíso del Sagrado Corazón a toda nuestra familia. Así sea. Amén.
Oración al Divino Corazón de Jesús (Versión 2)
Suplica por Ecuador y el mundo
Corazón de Jesús, salva a Ecuador y al mundo entero, por las muchas aguas de la tribulación, la han inundado y un torrente impetuoso de impiedad y calamidades, amenazas, hundimientos en el abismo.
Por la agonía en el huerto del corazón de Jesús, salva a Ecuador y al mundo entero. Por el beso traidor, salva a Ecuador y al mundo entero. Por la bofetada que recibiste en la casa de Anás, salva a Ecuador y al mundo entero. Por aquella noche de oprobios, salva a Ecuador y al mundo entero.
Por los crueles azotes que desgarraron tu cuerpo adorable, salva a Ecuador y al mundo entero. Por la corona de espinas que bañó en sangre tu divino rostro, salva a Ecuador y al mundo entero. Por la pesada cruz que llevaste sobre los hombros, salva a Ecuador y al mundo entero.
Por la agonía y la muerte en la cruz, salva a Ecuador y al mundo entero. Por el sufrimiento de María Santísima, salva a Ecuador y al mundo entero. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío. Inmaculado Corazón de María, sé la salvación del alma mía. San José, ruega por nosotros.
Oración al Señor del Gran Poder
Petición de perdón y ayuda en las necesidades personales
Heme aquí a vuestros pies, oh Jesús del Gran Poder, he aquí la más miserable de las criaturas, que viene a vuestra presencia humillada y arrepentida. Ten misericordia de mí.
Oh Jesús, según tu gran misericordia, pequé contra ti y fueron muchas mis culpas, pero a ti pertenece mi alma, pues la creaste y redimiste con tu preciosa sangre. Por la cruz que llevas en tus hombros, haz que tu obra no se pierda y ten piedad de mí.
Con tu gran poder, ayúdame en todas mis necesidades, socórreme en los peligros, remedia mis enfermedades, pero sobre todo, Jesús, dame lágrimas de penitencia. Perdóname como perdonaste al ladrón arrepentido.
Mírame con compasión desde el trono de tu omnipotencia divina y bendíceme paternalmente. Amén. Así sea.
Oración al Señor de la Justicia
Reflexión sobre la soledad y la necesidad de misericordia
Dignísimo Señor de la Justicia, a tus pies se encuentra, cubierto de confusión y vergüenza, un hijo tuyo, pecador ingrato. Reconociendo sus faltas, vuelve como el hijo pródigo, a solicitar no el alimento que pertenece a los hijos que nunca te abandonan, sino las migajas que caen de tu abundante mesa.
Las circunstancias de la vida han sido duras conmigo, y no he encontrado una mano amiga que cure mis heridas. En vano confié, en vano esperé, día tras día, mis ojos se cansaron buscando unos labios que me consolaran, unas manos que me acariciaran, unos hombros que me ayudaran a llevar mi cruz, un corazón que sollozara junto al mío.
Por eso, Señor de la Justicia, lleno de confianza y con la carga de mis pesadas angustias, vengo a ti en este día a solicitar tu perdón y tu bondad. Óyeme, Señor, que tus oídos no se cierren a mis clamores. Amén.
Secuencia de Pentecostés (Ven, Espíritu Santo)
Himno de alabanza al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido.
Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo.
Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego.
Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquecenos.
Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro.
Mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo.
Lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo.
Doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito.
Salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
Ser guiados por el Espíritu Santo
Suplica por sabiduría y claridad
Espíritu de Dios, ven a reposar en mí para que mi vida sea guiada por tu sabiduría.
Quiero alabarte en todo cuanto digo o hago. Conduce, Espíritu de Dios, mi palabra para que sea justa, clara y no se contamine con la maledicencia y la mentira.
Penetra en mis pensamientos con la luz de tu verdad. Acomoda, Espíritu de Dios, mis oídos para que perciban la llamada de los más necesitados, aquellos que viven sumergidos en el error y la ignorancia, y que yo sea más comprensivo con sus limitaciones y diferencias.
Espíritu de Dios, haz que escuche en lo más profundo de mi ser tu voz esclarecedora y amiga que me indique el camino seguro en los momentos cruciales de mi vida.
Sólo tú puedes orientarme con perfección. Dame siempre, Espíritu de Dios, el lenguaje del amor, traduciendo en gestos concretos, no solo en palabras, las grandes exigencias de la solidaridad humana. Amén.
Al Espíritu Santo por la Familia
Petición por la protección y bendición familiar
Espíritu Santo, concédeme a mí, a mi familia y a mis seres queridos aquellos dones divinos con los que fortaleciste a los apóstoles.
Danos esa gracia poderosa que ilumina el entendimiento y mueve dulcemente la voluntad.
Toma bajo tu divina protección a mis hijos, mis nietos y toda mi familia, preservándolos de toda pasión vergonzosa.
Protégelos de todo mal del alma y del cuerpo. Líbralos de caer en los lazos de la seducción con los que el demonio intenta hacerlos caer en pecado.
Hazlos humildes, obedientes, honrados y temerosos de Dios, amantes de la verdad y del amor.
Dales la gracia para vencer los vicios y pasiones, y a mí concédeme el acierto necesario para educarlos y guiarlos. Amén.
Al Espíritu Santo (Versión 1)
Petición por salud, valor y poder espiritual
Espíritu Santo, lléname de ti, lléname de luz, lléname de paz.
Espíritu Santo, lléname de ti, dame tu salud, dame tu valor, dame tu poder.
Espíritu Santo, lléname de ti, dame el fuego de tu amor, amor del Padre y del Hijo.
Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir y cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer y lo que debo evitar.
Espíritu Santo, dame grandeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. Para la gloria de Dios, el bien de las almas y mi propia santificación. Amén.
Al Espíritu Santo (Versión 2)
Petición por sabiduría y guía en la vida diaria
Espíritu Santo, llena mi ser de tu amor y tu fuego, para que en medio del mundo sea testigo del Resucitado.
Que sea sal que devuelva el sabor a la vida, y luz que ilumine y guíe a quienes me acompañan, hacia los cielos nuevos y la tierra nueva que Jesús inauguró con sus palabras y sus signos. Amén.
Oración Magnífica
Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo al contemplar la bondad de Dios, mi Salvador,
porque ha puesto su mirada en la humilde sierva suya y he aquí el motivo por el cual me tendrán por dichosa y feliz todas las generaciones.
Pues ha hecho en mí favores grandes y maravillosos, el que es Todopoderoso, y su nombre es infinitamente santo.
Su misericordia se extiende de generación en generación a todo cuanto le aman.
Extiende el brazo de su poder y disipa el orgullo de los soberbios, transformando sus designios.
Desposeyó a los poderosos y elevó a los humildes. A los necesitados los colmó de tesoros, y a los ricos los dejó sin cosa alguna.
Exaltó a Israel, su siervo, acordándose de él por su misericordia y bondad, así como lo prometió a nuestro padre Abraham y a toda su descendencia.
Gloria al Espíritu Santo.
Amén.
Oración a la Niña María
Dulcísima Niña María, yo te escojo como la amiga de mi alma, como mi compañera inseparable. Quiero vivir contigo en la intimidad de mi colegio y preguntarte con frecuencia: ¿qué harías tú en mi lugar?
Quiero asirme de tu mano, escuchar tu dulce voz y mirarte siempre junto a mí.
No permitas que se manche la blancura de mi alma, no permitas que tu imagen se oscurezca en mi corazón, antes bien, copia en mí tus rasgos, márcame con tu sello, toma posesión de mi ser a fin de que se pueda ver en mí tu presencia que es pureza y santidad.
¡Oh María! Sé mi compañera inseparable y vive siempre junto a mí.
Amén.
Oración a la Santísima Virgen del Quinche
Dulcísima Madre y Abogada Nuestra, Señora del Quinche, firme tutela de los desamparados y esperanza de tus pobres hijos.
Por el precioso Niño Jesús que llevas en tus brazos, recibe el homenaje de nuestro amor y concédenos la gracia de no olvidarte jamás en las variadas circunstancias de la vida.
Sobre todo, concédenos la dicha de aspirar siempre a tu santo nombre, y vivir bajo el amparo de tu maternal mirada.
Amén.
Oración a la Virgen de Guadalupe (Versión 2)
Virgen Santísima de Guadalupe, rogad por nuestras almas ante tu Hijo, quien, demostrando humildad y amor puro, se entregó a la cruz para salvarnos de nuestros pecados.
Las lágrimas que brotaron de tus mejillas cuando contemplabas el martirio de su dolor demuestran en ti la grandeza de tu vida y tu amor maternal.
Deja caer en nosotros ese bálsamo de amor que entregaste a tu Hijo en la cruz, y envuélvenos en tu protección y cuidado.
No nos dejes solos en nuestros sufrimientos y dificultades, y guíanos siempre hacia tu Hijo, nuestro Salvador.
Amén.
A la Virgen María
Bendíceme, Madre, y ruega por mí sin cesar. Aleja de mí hoy y siempre el pecado.
Si te inclinas hacia mí, extiende tu mano en mi ayuda. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si yo te olvido, tú nunca te olvides de mí.
Si me dejas, Madre, ¿qué será de mí? En los peligros del mundo, asísteme.
Quiero vivir y morir bajo tu manto, y deseo que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Y al fin, sal a recibirme y llévame junto a ti.
Tu bendición me acompaña hoy y siempre. Amén.
A la Virgen del Carmen (Versión 1)
Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina del Monte Carmelo, a tu corazón confiamos todas nuestras almas.
Te encomendamos, especialmente, a aquellos que más necesitan tu amparo y protección. Intercede por nosotros ante tu Hijo, Jesús, y guíanos por el camino de la fe, la esperanza y el amor.
Virgen Santísima, extiende tu manto protector sobre nuestras familias, sobre los enfermos, los que sufren, y aquellos que están alejados de Dios.
Alcánzanos la gracia de vivir siempre bajo tu mirada maternal y de llegar un día a la gloria del cielo, junto a ti y a todos los santos. Amén.
A la Virgen del Carmen (Versión 2)
Nuestra Señora del Carmen, a tu corazón confiamos todas nuestras almas más necesitadas, en especial de Mario Roberto, y todas las intenciones de tus devotos.
Tú eres nuestra madre, y lo que tú quieras será lo mejor para nosotros. Reconocemos tu poder en el cielo y en la tierra, y el influjo maternal que tienes sobre el corazón adorable de tu divino Hijo.
Alcánzanos la gracia de ser sus verdaderos hijos, llevando una vida verdaderamente cristiana. Danos mucho amor a Jesucristo y a su Iglesia.
Asístennos en la vida y en la muerte, y en el purgatorio, para que cantemos todas las alabanzas en el cielo. Amén.
A la Virgen del Huayco (Versión 1)
Como tú, Virgen del Huayco, quiero abrirme al espíritu de la verdad. Ser luz en mi casa, mi barrio, mi país.
Ayúdame a superar toda oscuridad: la mentira, la pobreza, el chisme, la droga. Ilumíname con la palabra de tu Hijo Jesús. Y llévame hacia quienes están desorientados, a quienes no saben ni ven.
Querida mamá Nati, madre de Jesús y madre nuestra, como tú quiero ser la llama que calienta y levanta a los abatidos por la enfermedad y la incomprensión.
Ayúdame a quemar mis caprichos y mis egoísmos para derretir el hielo del odio, del rencor y la pobreza.
Haz de mí también una vela de luz, una antorcha de amor. Quiero ser una persona útil al pueblo de Dios, un cristiano fiel al servicio del Señor. Así como tú, participaré. Amén.
A la Virgen del Huayco (Versión 2)
Como a Belén llegaste a dar a luz al Hijo, al Huayco tú te acercas. María Madre Nuestra y Luz María Chela, tu voz materna escucha.
Lozanas de las heridas, señal de tu presencia. El pueblo campesino, un 8 de septiembre, su tradición proclama, María, aquí ha llegado, y el pueblo indio siente, y con él el mestizo, que Dios, el Padre bueno, predilección nos tiene.
América despierta. Juan Diego nos convoca. Marchemos bien unidos, luchando por el reino.
Hermanos somos todos, la tierra nos reclama. Sembremos tu esperanza y frutos de justicia. Amén, amén. Padre Luis Flores El Huayco 2002-8-11.
A la Virgen de Guadalupe
Virgen Santísima de Guadalupe, rogad por nuestras almas ante tu Hijo, quien, demostrando humildad y amor puro, se entregó a la cruz para salvarnos de nuestros pecados.
Las lágrimas que brotaron de tus mejillas cuando contemplabas el martirio de su dolor demuestran en ti la grandeza de tu vida y tu amor maternal.
Deja caer en nosotros ese bálsamo de amor que entregaste a tu Hijo en la cruz, y envuélvenos en tu protección y cuidado. No nos dejes solos en nuestros sufrimientos y dificultades, y guíanos siempre hacia tu Hijo, nuestro Salvador. Amén.
A la Virgen del Valle
Santísima Virgen del Valle, que de la peña brotaste como manantial divino, cúbrenos con tu manto, alívianos del quebranto, ampáranos noche y día, ahora y por siempre.
Madre mía, oh Santa Madre bendita, con devoción infinita nos postramos a pedirte para todas las familias sabiduría y docilidad a imitarte.
Atráenos, Madre, a tu valle de amor, paz y esperanza. Haz que tu Hijo nos dé su sagrada bendición. Amén.
A la Virgen de la Merced
Santísima Virgen María de la Merced, Madre de Cristo, de la Iglesia y de la Patria, Puerta del Cielo siempre abierta, te pedimos que apagues el fuego de las guerras.
Aleja de nosotros el pecado de discordia, fecunda nuestros campos, y líbranos de la furia de los volcanes y terremotos.
Aparta a la niñez y a la juventud de la corrupción. Oh Madre redentora de cautivos, rompe las cadenas de nuestros vicios, y llévanos a tu Hijo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
A la Virgen María de Lourdes
Aquí me tienes, Madre Mía, todo lo que soy y todo lo que puedo, y no puedo.
La ofrenda es sencilla, pero es total. Este sirio, estas flores, esta lágrima secreta, esta dicha oculta.
Estas manos vacías, este corazón pleno, esta vida plena y vacía, este anhelo que taladra el pecho y esta angustia que me quema la garganta.
Este dolor ajeno, esta tristeza mía, esta ingratitud y este amor, este amor y este olvido.
Este temor y esta esperanza, esta llaga y esta sonrisa, este barro y esta alma.
Esta honda plegaria muda y esta honda mudez de plegaria. Amén.
A la Madre Dolorosa
Por tus lágrimas, por la corona de espinas, por los clavos que llevas en tus manos, por la espada de dolor con que nuestros pecados traspasaron tu corazón, vuelve a nosotros desde tus ojos misericordiosos.
Alcánzanos de tu Hijo Santísimo un intenso dolor por nuestras culpas y vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.
Oh Madre Dolorosa, protege a la Santa Iglesia, protege nuestra niñez, ampara a la juventud y defiende a la infancia. Amén.
A la Virgen de Fátima
En el corazón inmaculado de María, yo confío, oh mi Jesús. Perdónanos, sálvanos del fuego del infierno.
Conduce a todas las almas al cielo, especialmente a las que más lo necesitan, y a las de mi familia.
Oh mi Dios, yo creo en ti. Te adoro, yo espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen en ti, no te adoran, no te esperan y no te aman. Amén.
A la Madre del Perpetuo Socorro
Oh Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, te damos gracias por todos los beneficios que nos has concedido, y te suplicamos que sigas intercediendo ante Dios por nosotros.
Socorre a los necesitados, alcanza la salud a los enfermos, abre las puertas del cielo a los agonizantes y a las almas del purgatorio, y en especial a los de mi familia fallecidos.
Te pido por la conversión de los pecadores, por la verdadera y continua renovación de la Iglesia, y por la santificación de los sacerdotes.
Y a mí solo te pido, Madre del Perpetuo Socorro, la gracia que tú sabes que necesito en este momento. Amén.
A San Miguel Arcángel (Versión 1)
Petición de protección contra el mal
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el poder divino a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
A San Miguel Arcángel (Versión 2)
Enfocada en la batalla espiritual
San Miguel Arcángel, vencedor del enemigo de Dios, protector de la Iglesia, Príncipe de los ejércitos celestiales. Fiel y humilde, poderoso y santo, ejecutor de la sentencia divina, protector nuestro.
Me consagro a ti y me pongo bajo tu fiel protección, querido San Miguel Arcángel. Desde ahora, estoy bajo tu cuidado. Aumenta mi amor por el Padre, Hijo y Espíritu Santo, y la Santísima Virgen María.
Te pido que intercedas por mi país, por mi Iglesia, mi familia y por todas mis necesidades. Amén.
A San Rafael Arcángel
Protección para peregrinos, viajeros y enfermos
Arcángel San Rafael, protector de peregrinos, viajeros y caminantes, a ti, cuyo nombre significa «Medicina de Dios», suplico que seas mi compañero en el viaje de la vida.
Ayúdame a encontrar soluciones para mis necesidades, a conservar la alegría en la salud y la serenidad en la enfermedad. Que siempre tenga esperanza en el Padre celestial.
Permíteme descubrir el rostro de Dios en mis hermanos y que mis acciones sean testigos del amor fraterno que exige mi condición de bautizado en Cristo. Amén.
A San Gabriel Arcángel
Petición por buenas noticias y fortaleza
Benignísimo Arcángel San Gabriel, tú que fuiste por designio divino el portador de la noticia más gloriosa para la humanidad, cuando anunciaste a Santa María la Encarnación del Hijo de Dios.
Te suplico que ampares a mí y a los que amo, para que por tu intercesión, las noticias que recibamos siempre sean buenas. Y cuando la voluntad divina lo disponga, danos el valor necesario para aceptar las que no lo sean. Amén.
A San José (Versión 1)
Petición por guía y protección en la vida familiar
Glorioso San José, modelo de virtud y protector de la Sagrada Familia, te encomiendo mis necesidades y preocupaciones. Tú, que fuiste el esposo fiel de la Virgen María y el padre adoptivo de Jesús, intercede por mí para que pueda vivir una vida de fe y dedicación a Dios.
San José, te pido que me guíes en todas mis decisiones, que me protejas de los peligros y que me ayudes a seguir el camino de la virtud. Reúne todas mis intenciones y súplicas, y preséntalas al Señor con confianza.
San José, en quien Dios confió la protección de su Hijo y de la Madre de Dios, protégenos y cuida de nosotros. Guía nuestras familias, fortalece nuestros corazones y ayúdanos a vivir en paz y armonía. Te agradezco por tu intercesión y protección. Amén.
A San José (Versión 2)
Petición por protección en el trabajo y la vida cotidiana
San José, justo y fiel servidor de Dios, que fuiste elegido para ser el esposo de la Virgen María y el padre terrenal de Jesús, te pido que intercedas por mí ante el Señor.
Tú que viviste en humildad y obediencia, enséñame a seguir el camino de la fe y la confianza en Dios. Guíame en mis esfuerzos y trabajos, y protégeme en todas mis necesidades y dificultades.
San José, patrón de los trabajadores y protector de las familias, ayúdame a encontrar paz y seguridad en mi vida. Que tu ejemplo de amor y dedicación inspire mis acciones y fortalezca mi corazón. Amén.
A Santa María Magdalena
Ejemplo de penitencia y amor a Cristo
Glorioso modelo de penitencia, Santa María Magdalena, que con lágrimas de verdadero arrepentimiento ungiste en dos ocasiones los sagrados pies y las benditas manos del Salvador, y recibiste de sus labios divinas palabras de absolución, te pido que intercedas por mí.
Perdónanos, Santa Patrona, y alcánzanos de la infinita misericordia divina que, a pesar de nuestras faltas, nos invite a vivir en la fe y el amor a Jesús.
Ayúdanos a llevar una vida devota y renunciada al mundo, amando al Señor con el fervor con que tú le amaste. Fortalécenos para vencer las tentaciones como tú las venciste, y crecer en gracia y virtud a los ojos de Dios, de los ángeles y de los hombres. Amén.
A San Judas Tadeo
Intercesión en situaciones desesperadas
Glorioso apóstol San Judas, fiel discípulo y amigo de Jesucristo, la Iglesia te honra e invoca universalmente como abogado en los casos difíciles y desesperados.
Ruega por nosotros, haciendo uso de este privilegio especial que el Señor te ha concedido: el de socorrer visible y prontamente cuando casi se pierde toda esperanza.
Ven a nuestra ayuda en esta necesidad que te confiamos (menciona aquí tu petición). Fortalece nuestra fe y nuestra esperanza, y aumenta nuestro amor al Señor y a todos los seres humanos.
Que sepamos llevar cristianamente el dolor, y que se cumpla la voluntad de Dios en nuestras vidas. Amén.
Oración al Padre Pío por los Enfermos
San Pío de Pietrelcina, ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor por los enfermos y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante el Padre misericordioso por los que sufren.
Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo.
Sostiene a quienes han perdido toda esperanza de curación.
Consuela a quienes gritan o lloran por sus tremendos dolores.
Protege a quienes no pueden atenderse o medicarse por falta de recursos materiales o ignorancia.
Alienta a quienes no pueden reposar porque deben trabajar.
Vigila a quienes buscan en la cama una posición menos dolorosa.
Acompaña a quienes pasan las noches insomnes.
Visita a quienes ven que la enfermedad frustra sus proyectos.
Alumbra a quienes pasan una “noche oscura” y desesperan.
Toca los miembros y músculos que han perdido la movilidad.
Ilumina a quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados por dudas que los atormentan.
Apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran.
Calma a quienes se estremecen por dolores y calambres.
Concede paciencia, humildad y constancia a quienes están en rehabilitación.
Devuelve la paz y la alegría a quienes se llenaron de angustia.
Disminuye los padecimientos de los más débiles y ancianos.
Vela junto al lecho de los que perdieron el conocimiento.
Guía a los moribundos al gozo eterno.
Conduce a los que más lo necesitan al encuentro con Dios.
Y bendice abundantemente a quienes los asisten en su dolor, los consuelan con angustia y los protegen con caridad.
Amén.
Oración al Beato Carlo Acutis
Oh Dios, nuestro Padre, gracias por habernos dado a Carlo, modelo de vida para los jóvenes y mensaje de amor para todos. Tú has hecho que se enamore de tu hijo Jesús, haciendo de la Eucaristía su «autopista hacia el cielo».
Tú le has dado a María como Madre muy amada, y has hecho que con el Rosario se convirtiese en un cantor de su ternura. Acoge su intercesión por nosotros. Mira sobre todo a los pobres, a quienes él amó y ayudó.
[También a mí concédeme, por su intercesión, la gracia que necesito…]
Y haz que nuestra alegría sea plena, conduciendo a Carlo entre los santos de la Iglesia universal, a fin de que su sonrisa siga resplandeciendo para nosotros y para gloria de tu nombre.
Amén.
Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración para Rezar los Viernes (Versión 2)
Del tronco nació la rama,
de la rama nació la flor,
de la flor nació María,
de María el Redentor.
Por aquí pasó María tres horas antes del día, con el rostro en la mano, rezándola de María, porque los cristianos rezan el rosario de María.
El rosario se ha perdido, ayúdenme a buscarlo, que el demonio está muy malo y no tiene mejoría, porque fueron prendas de María.
Entonces del cielo yo navego, ¿quién quiere navegar? Jesucristo marinero, San Francisco general.
Adiós, Madre aclarecida, y a mi lengua se detiene, hasta el sábado que viene, con la sangre del rostro de Jesús, ha derramado.
Dime, cristiana mujer, si a Jesús le has encontrado, si le encontré, señora, cansado y muy fatigado, arrastrando una cruz a cuestas por el camino del Calvario.
Al oír esto la Virgencita una gran caída se dio. San Juan y Magdalena del suelo la levantaron.
Camines prisa a prisa, caminemos al calvario, entrespo presto que lleguemos, ya le habían crucificado. A San Pedro le das la llave y al Ongino le perdonas. El que me oye y no aprende, el que sabe y no la reza, ya verás lo que esta oración contiene.
Amén.
Oración por los Sacerdotes con el Santo Cura de Ars
Patrono de los sacerdotes del mundo
Omnipotente y eterno Dios, mira el rostro de tu Divino Hijo y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes.
Recuerda que no son sino débiles y frágiles criaturas, mantén vivo en ellos el fuego de tu amor y guárdalos para que el enemigo no prevalezca contra ellos y en ningún momento se hagan indignos de su santa vocación.
Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones y por los que te han abandonado.
¡Oh Jesús! te ruego por tus sacerdotes jóvenes y ancianos, por los que están enfermos y agonizantes y por las almas de los que estén en el purgatorio.
¡Oh Jesús! te ruego por el sacerdote que me bautizó, por los sacerdotes que perdonan mis pecados, por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto, por los que me instruyeron y aconsejaron, por todos para los que tengo algún motivo de gratitud.
¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad.
Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes.
María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos.
Danos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas santos.
Amén.
Oración para Rezar los Viernes (Versión 1)
Del tronco nació la rama,
de la rama nació la flor,
de la flor nació María,
de María el Redentor.
Por aquí pasó María tres horas antes del día, con el rostro en la mano, rezándola de María, porque los cristianos rezan el rosario de María.
El rosario se ha perdido, ayúdenme a buscarlo, que el demonio está muy malo y no tiene mejoría, porque fueron prendas de María.
Entonces del cielo yo navego, ¿quién quiere navegar? Jesucristo marinero, San Francisco general.
Adiós, Madre aclarecida, y a mi lengua se detiene, hasta el sábado que viene, con la sangre del rostro de Jesús, ha derramado.
Dime, cristiana mujer, si a Jesús le has encontrado, si le encontré, señora, cansado y muy fatigado, arrastrando una cruz a cuestas por el camino del Calvario.
Al oír esto la Virgencita una gran caída se dio. San Juan y Magdalena del suelo la levantaron.
Camines prisa a prisa, caminemos al calvario, entrespo presto que lleguemos, ya le habían crucificado. A San Pedro le das la llave y al Ongino le perdonas. El que me oye y no aprende, el que sabe y no la reza, ya verás lo que esta oración contiene.
Amén.
Santificar a los Sacerdotes
Petición por la pureza y protección espiritual de los sacerdotes
Oh Jesús, que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas, protege a tus sacerdotes en el refugio de tu Sagrado Corazón.
Guarda sin mancha sus manos consagradas, que diariamente tocan tu sagrado cuerpo, y conserva puros sus labios teñidos con tu preciosa sangre. Haz que se preserven puros sus corazones marcados con el sello sublime del sacerdocio, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles, y que, por tu santo amor, los protejas de todo peligro. Bendice sus trabajos y fatigas, y que, como fruto de su apostolado, obtengan la salvación de muchas almas.
Que ellos sean tu consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el cielo. Oh Jesús, por los méritos de tu infancia, haz que sean sacerdotes según tu corazón. Amén.
La Comunión
Acción de gracias después de recibir la Comunión
Gracias te doy, Señor Todopoderoso, porque, a pesar de mi indignidad y solo por tu misericordia, has querido admitirme a la participación del Sacratísimo Cuerpo de tu unigénito Hijo.
Te suplico, Padre Clementísimo, que esta Sagrada Comunión no sea para mi alma ocasión de castigo, sino intercesión saludable para el perdón.
Que sea armadura para mi fe, escudo para mi buena voluntad, muerte de todos los vicios, exterminio de todos mis carnales apetitos, aumento de caridad, paciencia, verdadera humildad, y de todas las virtudes.
Sea perfecto sosiego de mi cuerpo y mi espíritu, firme defensa contra todos los enemigos visibles e invisibles, serenidad en las tentaciones, perpetua unión contigo solo, mi verdadero Dios y Señor, y sello feliz de mi dichosa muerte.
Te ruego tengas por bien llevarme, a mí, pecador, a aquel convite inefable donde Tú, con tu Hijo y el Espíritu Santo, eres para tus santos, luz verdadera, santificación cumplida y gozo perdurable, dicha completa y felicidad perfecta. Amén.
Pedir Sabiduría
Petición por discernimiento y sabiduría
Oh Dios de la luz y del conocimiento, envía un rayo de tu divina sabiduría a mi corazón, como en otro tiempo diste a Salomón, para que pueda conducir a su pueblo por el camino de la salvación.
Ayúdame para que conozca cómo debo tratar a mis hijos y a cada uno según su índole, para que los libre de sus faltas y los guarde de todo lo que pueda hacerles peligroso o perjudicial. Amén.
Persignarse
Invocación de protección divina al hacer la señal de la cruz
Me persigno con los tres clavos y me abrazo de la cruz, para que siempre sea alabado el dulce nombre de Jesús.
Jesús de mi frente y en mi pensamiento. Jesús de mi boca y en mis palabras. Jesús en mi pecho y en todo mi cuerpo.
Cruz linda, cruz santa, tú me salvas, tú me signas, cosa mala no se acerque junto a mí.
Válgame la cruz del cielo y la santa majestad de la hostia consagrada adorada en el altar. Amén.
Antes de Tomar los Alimentos
Gratitud y bendición antes de comer
Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos que por tu bondad vamos a recibir. Bendice las manos que los prepararon, da otro tanto a los que nada tienen y concede tu paz y tu justicia a nuestra patria. Amén.
Después de las Comidas
Acción de gracias tras la comida
Te damos gracias, Señor, por los alimentos que nos has dado. Haz que los utilicemos para cumplir siempre tu voluntad. Amén.
Del Conductor
Petición de protección en los viajes
Dame, Señor, mano firme y ojo vigilante, para que llegue sano y salvo a mi destino. Protege a quienes viajan conmigo. Ayúdame a ser gentil con todos. Dame la prudencia para no cometer excesos y haz que siempre te vea en la naturaleza que me rodea. Amén.
De la Mañana (Versión 1)
Petición para comenzar el día con energía y gratitud
Señor, me alegra comenzar este nuevo día de trabajo, porque sé que es un nuevo esfuerzo y un nuevo compromiso. Pero quiero comenzarlo con entusiasmo, con alegría y con renovada ilusión.
Gracias, Señor, por este nuevo amanecer. Gracias, Señor, porque tengo salud y vida para empezarlo, y porque sé que Tú estarás en mi familia, en mi casa, en mi trabajo y en mi propia persona.
Sembraré paz, alegría y amor en cada una de las personas con quienes me encuentre. Eso solo con tu ayuda, Señor.
Cumpliré con mi deber, seré amable y no hablaré mal de nadie. Sé, oh Dios mío, que la tarea de este día la comienzan muchas personas en cualquier parte de la tierra, y eso me alienta y me empuja.
En todo lo que pase y en todo lo que suceda, ayúdame. Contigo hoy estaré tranquilo. Ahora sí puedo decirte: Gracias, Señor. Amén.
De la Mañana (Versión 2)
Petición por paz y paciencia para el día
Dios mío, recibe mi saludo en este nuevo día. Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor. Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.
Ver no solo las apariencias físicas de tus hijos, sino también su espíritu inmortal como lo ves tú mismo, para así poder apreciar el inmenso valor y la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración. Guarda mi lengua de toda mala palabra. Que solo los pensamientos provechosos permanezcan en mí.
Quiero ser tan intencionado y amable, que todos los que se acerquen a mí sientan tu amor y tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor, y haz que durante este día yo sea semejante a ti. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. Amén.
De la Noche (Versión 1)
Reflexión y agradecimiento al final del día
Padre mío, ahora que las voces se silenciaron, los clamores se apagaron, elevo a ti mi oración. Para decirte que creo en ti, espero en ti, te amo con todas mis fuerzas y mi corazón.
Deposito en tus manos la fatiga, la lucha, las alegrías y los desencantos de este día que quedó atrás.
Si los nervios me traicionaron, si los impulsos egoístas me dominaron, si di entrada al rencor o a la tristeza, perdón, Señor, ten piedad de mí.
No quiero dedicarme esta noche al sueño sin sentir sobre mi vida tu misericordia y el perdón para todos mis pecados. Señor, te doy gracias porque me has protegido durante este día. Amén.
De la Noche (Versión 2)
Petición por la presencia de Dios en los momentos de debilidad
Quédate conmigo, Señor, porque ya es tarde y va el día en caída. Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y necesito tus alientos y tu fortaleza para no caer tantas veces.
Quédate conmigo, Señor, porque se hace tarde, declinan las sombras, se pasa la vida, se acerca la muerte y la eternidad. Es preciso que redobles mis esfuerzos, que no me detenga en el camino.
Quédate conmigo, Señor, para alentarme en esta noche de desierto y de peligros, porque deseo ver tu claridad. Muéstrame y haz que te conozca como tus discípulos en el partir del pan.
Que la unión eucarística sea la luz que aclare mis tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única dicha que embargue mi corazón. Quédate conmigo, Señor, porque cuando llegue la muerte quiero estar junto a ti. Amén.
De la Sonrisa
Petición por alegría y paz interior
Dame, Señor, el don de la sonrisa para alegrar a todos y para ser feliz, para tener algo que ofrecer al pobre que me pide e iluminar a aquellos que se acerquen a mí.
Dame tu sonrisa, Señor, para comunicar con ella los dones que me das. Repartiendo sonrisas pasaré la vida para que todos sepan que cuanto hay de bueno viene de ti. Amén.
Bendición de Yavé
Bendición por protección y paz
Que Yavé te bendiga y te guarde, que haga resplandecer su faz sobre ti y te otorgue su gracia.
Que vuelva a ti su rostro y te dé la paz. Yo los bendeciré. Esto dijo Yahvé a Moisés: «Habla a sus hijos». Amén.
Bendición a los Hijos
Bendición por la protección y guía de los hijos
Que el Señor esté sobre ustedes para protegerlos, vaya adelante para guiarlos, esté a su lado para acompañarlos y detrás de ustedes para sostenerlos todos los días de su vida.
Que la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.
Glorifiquen a Dios con sus vidas y pueden ir en paz. Amén.
Acompáñanos en la misa de honras a un año del sensible fallecimiento de quien en vida fue Mario Roberto Riera Aguila
Fecha: Sábado 12 de octubre 2024
Hora: 4 de la tarde
Lugar: Iglesia de Caluma frente al parque.
COMENTARIOS
Antes de leer lo que amigos y familiares han comentado o de expresar tus sentimientos recuerda que hay vida tras eso que llaman muerte. Jesús, la Virgen Maria o los Profetas son prueba de ello.
Por eso sabemos que Mario esta vivo. Y si bien es triste este tipo de partida lo cierto es que a todos nos va tocar morir.
De ahí que este espacio es para compartir nuestras emociones, recuerdos y buenos deseos. Como dicen: «recordar es volver a vivir.» Pero que no sea desde la tristeza o ese vacío que dejó su partida.
Llenemos este vacío con buenos recuerdos y contra la tristeza (o dolor) vamos con alegría. Esta vida es solo una parte de nuestra existencia. Tarde o temprano partiremos hacia donde Marito está. Así que a DISFRUTAR y a ser buenos con los demás. Que más vida a todos nos espera junto a él y muchas otras personas que partieron ya.
Comentarios:
No hay comentarios.

Mario Roberto Riera Aguila
Mario Roberto nació el 15 de febrero de 1991, siendo el mayor de cuatro hermanos.
Desde niño, fue una persona tranquila, que valoraba el orden y la serenidad en su entorno. Siempre buscando el equilibrio en todo lo que hacía.
Aunque era reservado en casa, especialmente en los momentos más cotidianos, era muy cercano y comunicativo con su familia extendida. Mario lo que se proponía lo llevaba a cabo, como cuando decía que iría a la playa, aunque los demás no lo aprobaran.
Siempre encontraba una manera de disfrutar los pequeños momentos y hacer lo que le daba alegría.
A lo largo de su vida, Mario fue generoso. Estaba siempre dispuesto a tender una mano a su familia y seres queridos. Su fe en Dios y en la Virgen le daba fuerzas en los momentos difíciles y lo acompañaba en sus decisiones diarias.
Sin embargo, Mario también pasó por momentos duros. Hacia el final de su vida, enfrentó una etapa de fuerte depresión. Durante este periodo, contó con el apoyo incondicional de sus padres, quienes lo ayudaron a salir adelante.
Hubo momentos en los que no se le veía con frecuencia, pues se apartaba para lidiar con sus emociones. A pesar de estas dificultades, Mario siempre fue un luchador que buscó encontrar la paz en medio de su dolor.
En cuanto a sus sueños, Mario deseaba formar una familia. Siempre quiso casarse, tener hijos y construir su propio negocio, proyectos que mantenía presentes en su corazón. Tenía una visión clara del futuro y muchos planes en mente.
Su educación fue en el jardín Jilgueritos, luego en la escuela Juan Rosendo y Huaynacapac de Caluma. Completó la secundaria en el colegio Caluma y continuó sus estudios en la Universidad Católica y el Instituto Universitario Bolivariano de Tecnología.
Mario falleció el 10 de octubre de 2023, a la edad de 32 años, debido a un ataque al corazón.
Aunque su partida fue temprana y dejó muchos sueños sin realizar, su generosidad y fe quedará grabado en el recuerdo de quienes lo conocieron y lo amaron. Su vida, con sus luces y sombras, fue un testimonio de humanidad y amor.
Diseña tu tarjeta digital: https://ctact.info Desarrollo por iWebSocial.com
0 Comments